Melitona en el Festival de Cosquín: invitada y sin apoyo oficial

Posted by canto patria on 9:08 p. m.


Con una gira cumplida, un disco inédito y una invitación al escenario mayor del folklore, la puesta de esta obra adolece de apoyo oficial, pese a la nominación de elenco representativo por parte de las autoridades del festival mayor en Suramérica.

La historia trágica de la Masacre de Napalpí transfigurada en crónica musical revivirá en el escenario Atahualpa Yupanqui, durante el Festival de Cosquín, en la edición del próximo Enero. Se trata de la adaptación de Crímenes en Sangre, investigación periodística de Pedro Solans, en base a una investigación de campo del genocidio étnico y la entrevista (última) a Melitona Enrique, sobreviviente centenaria y testimonio paradigmático del terrorismo de Estado, a principios de siglo, en la provincia del Chaco.

La obra del escritor nativo, radicado en Carlos Paz, fue convertida en verso por Carlos Aguirre, poeta, -autor de Los relojes de mi tiempo- y musicalizada, posteriormente, por Lucas Segovia, cantautor y heredero del linaje segoviano. Cabe consignar, que Zito Segovia eligió Contraflor al resto, un poema de Aguirre, para grabarlo en un registro inicial e inédito que con el título de La Vuelta del Cantor, será editado, en breve, por Fonea Producciones.

El bautismo sonoro de la crónica cantada tuvo epicentro en la Plaza Che Guevara, en Rosario, durante el pasado mes de Mayo. En la ocasión, Lucas Segovia debutó con una banda integrada por Tito Luque, en (bandoneón); Matías Quintana, en bajo y Alejandro Tula y Bongó Martínez, en percusión. Idéntica formación que lo acompañó en actuaciones en el Fondo Nacional de las Artes, Festival de Mataderos, Argentinísima y Radio Nacional, entre otras. También se presentó en las Termas de Río Hondo, el Museo Ernesto Guevara, en Alta Gracia, y diversos montajes en Neuquén, Formosa, Misiones y Corrientes, con suceso de público y crítica.

De manera simultánea, Melitona fue grabada por el propio Lucas Segovia, y artistas invitados de la talla de Rafael Amor, Antonio Tarrago Ros, Daniel Altamirano, Bruno Arias, Alejandro Tula y Joselo Schuap, respectivamente. Los intérpretes mencionados aportaron su trabajo de manera gratuita, en homenaje al hecho, pero el disco no pudo editarse por falta de apoyo económico.

Trayectoria reconocida.
Lucas Segovia es un joven autor y compositor, pero de una probada veteranía interpretativa. Apenas cruzada la frontera de los veinte años, comienza a cantar y componer, junto a Cayé Gaúna y otros músicos de culto en el Chaco, con los cuales trasfunde el legado de su padre al de sus pares de época y perfila su estilo a través de giras por el interior, musicalización de poetas chaqueños y canciones propias en búsqueda en lenguaje. Decide radicarse en Mar del Plata, donde prosigue su itinerario compositivo hacia el Sur del país y se vincula a músicos consagrados, heredados de su progenitor, que lo adoptan como semejante y lo integran a la constelación nacional.

Participa de varias producciones independientes, actúa y canta El Negro Pavón, video-documental, dirigido por José Zarza; graba Piel de Margarita, su opus inicial, con el tema homónimo dedicado a los 23 fusilados en Margarita Belén y a los 30.000 desparecidos, que lo proyecta a escenarios y públicos mayoritarios.

En mérito a su trayectoria jalonada por la repercusión de Piel de Margarita, en principio, y de Melitona, la comisión coscoína lo invita en carácter de representante chaqueño. Tal elección suscita la continuidad de un acontecimiento pretérito: después de veinte años de la revelación y consagración, casi simultáneos, de Zitto Segovia, vuelve a presentarse otro solista de la dinastía Segovia con una actuación exclusiva. De tal palo, tal astilla, padre e hijo con herencia compartida y poéticas personales.

Un dato de lectura sugestiva para su presencia en Año del Bicentenario: el 19 de Julio es la jornada concedida al Chaco en la conmemoración de la centuria, fecha que corresponde al natalicio de Ramón Andrés Segovia, cuyo seudónimo corresponde a Zitto Segovia.

Con una gira cumplida, un disco inédito y una invitación a Cosquín, la puesta de Melitona adolece de apoyo oficial, pese a la nominación de elenco representativo por parte de las autoridades del festival mayor en Suramérica. Una invitación excepcional a la que el Ejecutivo provincial debería reconocer y estimular en orden a una historia que involucra identidad, y demanda belleza para perpetuar la memoria activa de las naciones originarias, protagonistas primigenios de la épica de la chaqueñidad.
Las Masacres de Napalpí (1924) y Margarita Belén (1976), sintetizan un binario genocida que la provincia debe asumir, encarnar y proyectar en la conciencia de las generaciones futuras.

FUENTE: www.chacodiapordia.com