El sábado 30, a las 20, será inaugurada en el Centro Cultural Alternativo (Santa María de Oro 471) la muestra Cuatro Manos, que reúne obras de Marylín Granada, Marisol Díaz Oliva, Gabriela Vacca y Lucas Vallejos.
Los trabajos realizados en grafito sobre papel son resultado del trabajo en el taller de dibujo que dirige el artista plástico y comunicador social Mario Quinteros.
Los expositores poseen varios puntos en común que caracterizan sus obras y esta muestra. A los cuatro los congrega su pasión por el dibujo y por el grafito como instrumento plástico.
Para los involucrados esta será la primera muestra colectiva y compartirán su debut en este proceso de mostrarse en público.
La apertura contará con música en vivo, apetites de sabores típicos y un brindis ofrecido por la institución. Una vez inaugurada la exposición se mantendrá habilitada los días subsiguientes, con entrada gratuita.
UNIVERSOS PROPIOS
Para Quinteros presentar esta muestra solamente como un resultado del taller es una “actitud injusta” porque los cuatro ofrecen “singulares registros visuales, una factura lograda y una imagen que le es propia, que los ubican en un lugar superador que nos exige una mirada más comprometida que los re-conozcan”.
Los cuatro dibujantes reunidos son:
Marylín Granada: aborda, con preciosura mística, un herbario que le pertenece y le otorga sentido en todos sus puntos cardinales.
Las plantas que registra con pasión documental, a fuerza de una trama tan sensible como exquisita, no son caprichos del snobismo: son las que convive a cotidiano, en su casa y en el propio taller que compartimos.
Gabriela Vacca: apasionada por la figura humana, hace foco en el cuerpo femenino y sus secretos.
Su mirada no es orgánica ni cientificista, sino más bien una re y develación de su propia estructura. Las pequeñas ventanas que fragmentan la lectura de sus cuerpos se justifican en el equilibrio plástico del plano pero avanzan en una suerte de catalejo para adentrarse más allá de la piel y sus circunstancias.
Marisol Díaz Oliva: se enfrenta al paisaje desde la pequeñez del hombre y el contexto de una naturaleza omnipresente que lo contiene y le quita dramatismo. Sin embargo, no el panorama la cuestión clave del relato sino un escenario para mostrar un tránsito por uno y por otro –el hombre y su paisaje- a partir del camino.
Sus rutas responden a distintas latitudes del país, como registro de un recorrido geográfico, pero también temporal. Ella sabe que, entre el comienzo y el final de su dibujo, también cumple con un recorrido interno a pulso de lápiz y texturas.
Lucas Vallejos: es el más joven de este grupo, opta por meterse en el mundo del lápiz y las texturas con una singular maestría.
Sus espacios visuales constituyen pequeños mundos donde es posible construir historias, sensaciones, panoramas. La imagen, por su parte, propone un permanente entrar y salir de la figuración, a la que recurre casi como una justificación para su muestrario de situaciones acromáticas de singular belleza y perfecta sincronía.-